El Teléfono de la
Esperanza permanecerá de guardia por Nochebuena
El Teléfono de la Esperanza nos recuerda que mantiene su
servicio de orientación telefónica durante las fiestas navideñas para personas
en situación de crisis y soledad
Las festividades navideñas son momentos difíciles para
las personas que se sienten solas. Durante estos días, este sentimiento se
acrecienta y la tristeza, falta de compañía y carencia de afecto asociadas al
mismo se viven con más intensidad en un ambiente social festivo y familiar que
inunda las calles de nuestras ciudades. Muchas personas vivirán estas próximas
fiestas desde la soledad y la ansiedad de sentirse aisladas socialmente y al
margen de las celebraciones.
La soledad es “uno de los problemas más relevantes en la
actualidad” Más de la mitad de la población española admite haber
experimentado en algún momento cierta sensación de soledad durante el último
año y cerca de uno de cada diez –algo más de cuatro millones de españoles-
asegura haberse sentido solo con mucha frecuencia en ese mismo periodo. Las
cifras se disparan en el contexto de las fiestas navideñas, cuando la
sensibilidad se agudiza y los sentimientos nos desbordan.
En estos días, estamos especialmente preocupados por la
tercera edad dado que una de cada cinco personas mayores de 65 años pasa
sola la Navidad. La cifra es estremecedora hablamos de más de 2
millones mayores, de los cuales 850.000 superan los 80 años.
Para muchos de ellos estos días son dolorosos, al sentarse a cenar solo los
acompañan las ausencias y los recuerdos.
Se estima que un 5% de la población española está atravesando
en estos momentos un proceso de duelo por una pérdida afectiva reciente y que
estas fiestas navideñas serán las primeras tras ese fallecimiento. El duelo, en sí mismo, no es una
patología, sino que supone un proceso de adaptación a la nueva situación. Sin
embargo, algunas veces el proceso de duelo no cursa de manera sana. De hecho, una
de cada seis personas que pierde a un ser querido desarrolla una depresión al
año siguiente. El llanto, la rabia o la melancolía forman parte del proceso
de curación de las heridas, y son normales. El problema surge cuando estas
emociones internas entran en conflicto con el ambiente festivo propio de las
celebraciones navideñas y de fin de año. Esto es lo que los psicólogos y
terapeutas conocen como “síndrome de la silla vacía”. Por razones
obvias, para muchos de nuestros mayores la navidad viene marcada por lo que ya
se fueron y un día compartieron las luces, las uvas y los turrones.
En el pasado, cuando era más habitual un modelo familiar
extensivo, la familia realizaba una función amortiguadora frente a los “golpes
de la vida” y de contención de las crisis vitales. Sin embargo, en la
actualidad, en muchos casos, el individuo en crisis se siente muy solo.
El Teléfono de la Esperanza tendrá estas Navidades disponible
un grupo de voluntarios preparado para atender, compartir y acompañar a quien
lo necesite. Con una experiencia de más de 45 años en escucha activa e
intervención en crisis, los voluntarios del Teléfono de la Esperanza saben que
en Navidad el teléfono suena con más frecuencia, las llamadas están cargadas de
dolor y la escucha es más necesaria.
Nuestros voluntarios quieren transmitiros una invitación: “Estas
Navidades, si te encuentras sólo no dudes en llamarlos. Encontrarás una voz
amiga”
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